
Las Primeras Comuniones han ido cambiado igual que lo hemos hecho nosotros.
Con este post no quiero entrar en quién y cómo la celebraba según la época y su capacidad económica (recordemos que hubo un tiempo en que era obligatoria y que, para la mayoría, era un trámite que pasaba en un día de escuela: los maestros llevaban a los niños en grupo desde el colegio hasta la iglesia).
Si había suerte, la parroquia invitaba a un bocadillo
y les entregaba una crucecita de madera. Sin más celebración ni presencia familiar ni nada que hiciera intuir que era un día especial.
Este post es para recordar que para quienes la celebran hoy en día sí es una ocasión especial
y que supone el momento en que se empieza a dejar atrás la primera infancia.
En lenguaje de hoy, sería el momento de empezar a avanzar hacia lo que se ha llamado “preadolescencia”.
O sea, que las fotos de ese día serán el testimonio de ese “dejar atrás” la primera niñez y dejar un recuerdo del momento en que empiezan a ser mayores. Y eso bien engalanados, vestidos y peinados. Momento ideal para una foto. Su última foto de niño y su primera foto de “mayor”.
Las celebraciones y los regalos han evolucionado también con el paso del tiempo y hoy me acordaba de dos tradiciones que iban ligadas a la Primera Comunión hace 40-60 años y a ese dejar atrás la niñez.
La primera tradición era para los niños. Por extraño que nos parezca, los niños vestían pantalón corto en invierno y verano (hasta bien entrados los 70).
El momento en que podían pasar al pantalón largo de diario (para alegría suya en los meses de invierno) era tras la Primera Comunión.
Y la segunda era tanto para niños como para niñas: no se llevaba reloj de pulsera hasta el día de la Primera Comunión.
De hecho, era uno de los regalos estrella ese día: ¡el reloj de pulsera!
También recuerdo una tercera, que sigue vigente pero que sólo te afecta si visitas Zaragoza: sólo pueden subir a besar a la Virgen del Pilar, acompañados de un Infantico (“escolanet”) del Pilar, los niños y niñas que aún no han hecho la Primera Comunión.
Ya ves, el rito católico de iniciación del camino hacia la vida adulta…
¿Conoces alguna otra tradición que estuviera o esté todavía ligada a la Primera Comunión?
